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viernes, 10 de abril de 2015

Se que sabe lo de las heridas sin tiritas

Me auto-destruye cada sentimiento que ataca un corazón ajeno.


Hoy la noche conspira contra mí,
mientras tú desde la cama que se hace infierno,
esa que enfría tanto como una mañana de invierno o como quizá esté el infierno disfrazado y escondido a las afueras.
Tu corazón no me habla está noche,
mi corazón te lo llevaste y ahora duele,
ahora teme,
y no teme más de lo que temió en meses por no poder,
y piensa y no lo quiere.
Desde el precipicio de mi realidad,
de mis angustias y dolores de alma,
me hallo sola,
y nadie mira ya haber si se tirara.
Respiro aire obligado,
y una vez más la noche se hace corta,
y los puntos marrones pesan pero se han cambiado de forma.
Y nos lamentamos como verdaderos cobardes,
y no hay perdón que valga sin un daño anterior,
y no sabes lo que pasa cuando vuelve pánico y te encuentras mas sola de lo que solías.


<<El problema es que nadie quiere hablar después de la muerte,
Ni después de haberse comido la verdad en trozos crudos sin digerir. Que de lo que te hablan diez personas solo dos con cero cinco se ponen de luto como Chaouen por tus versos en todos los minutos anteriores.>>



El peor daño es el de la madrugada penetrante ante estas gotas de agua que pueden verlo todo cristalino y sincero,
La mejor decisión siempre es tomada en momentos extremos, como tus lunares bajo el sol o todos juntando formas de las que solo yo podría sacarles partido sin que tu te dieses cuenta.

El peor dolor está escrito en aullidos, interiores y desvaneciéndose por tu caos interno,
por tu forma de besar aquí,
 por soplar huevos que ni tu imaginarias el caos tan grande que produces cuando te vas y no vuelves para verme soñarte.
Y no te sueño, que los sueños son de cobardes y tu eres realidad mas bella que sana mordiendo la carne de la manzana mas azul que jamás podrá quererte sin rabiar de minuto a segundo.

¿Quien sabe si el peor dolor es ese que se esconde tras unos ojos y un alma que quieren reventar a llorar y no pueden, solo él pasado sabe de lo que hablo,
puede escucharme y saber de que hablo sin palabra alguna, porque complicidad en algún momento existió como sus manos en mi cara tocando lo intocable, esbozando sonrisas para no caer muertos una vez más. Y al final los caídos salen mas tarde a flote pero salen; Será eso lo bueno de no verte o lo malo de leerte soñarte.



<<Nada tiene su cauce y castigo es llevar mil dolencias a cuestas.
En tu espalda subían los seres mas rencorosos pidiendo perdón,
en mil pequeños dolores te sufro cada hora del día,
en las peores condiciones te he besado y me ha encantado
en lo feo que te pones enfadado y lo mucho que miras de reojo,
en eso y mucho más me moriría muerta día y noche otra vez.>>




Desde tu desolación, cariño y mi sitio en tu cama vacío te escribo y claro que encontré algo que me obliga a respirar mas fuerte cada día, me llena de palabras y de ternura infinita y no, no sé que hacer si no me hablase. 
Por que la salida de emergencia mas peligrosa de tu piel se transformo en ojos que todo lo miran y labios que todo lo quieren,
y por qué el no saber que hacer si no me hablases está escondido en bajo tu oreja cuando me pides con los dientas que por favor me calle pero vuelvo a no saber que hacer si no hablase para oír cualquier gilipollez en forma de dios de voces. 


Por que su voz, es lo que me tiene chocha.
Porque su piel, es lo mas suave hasta siendo fuego.
Porque sus manos rozan el agua mas pura sin mojarse.
Porque su pelo, no es pelo si no es pela hablando de comida y lo bueno que es en todo lo que él y yo sabemos.
Porque su carcajada es lo que mejor me sienta de él en mi cara.
Porque si no es el, no será nadie nunca jamás jurado con mano.

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